La cultura es algo vivo y algo que existe por sí mismo. Las relaciones humanas son básicamente relaciones culturales. De ahí, la importancia de que los gobiernos fomenten el potencial cultural de los ciudadanos. La construcción de una sociedad libre, inicia con el libre desarrollo de sus potencialidades culturales.
El Plan Nacional de Cultura 2007-2012, (el cual este sexenio se presentó con un año de retraso) es el documento donde se plasman los objetivos y estrategias del gobierno en la materia y no contiene ningún apartado para jóvenes ni específica algún programa o política publica para ellos. Lo anterior, refleja claramente la nula importancia que el gobierno federal le da al fomento cultural para los jóvenes.
Tradicionalmente, el problema del fomento cultural de México, es un problema presupuestal en primera instancia, y de incapacidad de los encargados de elaborar las políticas culturales en segunda.
La UNESCO recomienda que el Estado destine entre 1 y 2 por ciento de su presupuesto a cultura. En México, este año el presupuesto de egresos destinó 9 mil 403 millones 580 mil pesos, lo que equivale a menos del 0.5 por ciento.
Por si fuera poco, la carencia de recursos que atañe al sector cultural corre el riesgo de multiplicarse, ya que la ineficiencia de la actual administración del Conaculta ha subejercido su presupuesto, esto quiere decir, que no obstante de que existen pocos dinero, este no ser gasta del todo, lo que convierte este problema en un circulo vicioso.
Peo no todas las complicaciones son de dinero. El fracaso de la política cultural del gobierno federal consiste en una carencia de planeación a corto, mediano y largo plazo.
Así lo demuestra el evidente el fracaso del proyecto de la megabiblioteca José Vasconcelos, que fue la bandera de la política cultural del sexenio anterior, y que ahora, Felipe Calderón y el director del Conaculta, Sergio Vela, parecen dejar en el olvido.
La megabiblioteca cerró a un año de haber abierto sus puertas. Hoy en día sus instalaciones presentan signos del descuido y la falta de mantenimiento; muchas áreas incluso, están inacabadas, los libros, sus principales habitantes, se hallan empolvados y muchos de ellos nunca han sido abiertos.
Mientras en otras entidades de nuestro país, es evidente la carencia de bibliotecas públicas y demás espacios culturales, la oferta cultural se concentra casi de forma exclusiva en las capitales más pobladas del país, dejando de lado municipios y comunidades de difícil acceso.
La deficiencia en la planeación cultural conlleva el no ejercicio pleno de ciertos derechos, como el de la libertad de imprenta o el de la libertad de expresión; la falta de seguimiento de los programas y festivales culturales independientes así como la apertura de espacios adecuados para llevar a cabo los objetivos de una política juvenil.
En ese sentido, la mesa de Cultura de la Liga de Jóvenes Socialdemócratas se pronuncia por:
1. Que se incluya en el Plan Nacional de Cultura un apartado sobre programas y políticas culturales.
2. Que se haga una auditoría programática a la administración de Sergio Vela en el Conaculta.
3. Que se cumpla con las recomendaciones de la UNESCO y se destine entre el 1 y 2 por ciento del presupuesto federal al rubro de cultura.
4. Solicitar al grupo parlamentario del PSD en la Cámara de Diputados que se posicione sobre la necesidad de transparentar el uso de los recursos en materia cultura.
5. Garantizar el ejercicio de la libertad de imprenta mediante mecanismos que faciliten el acceso de la ciudadanía y colectivos culturales a imprentas y medios escritos.
6. Descentralizar la oferta cultural.
7. Aumentar la oferta de espacios y actividades culturales principalmente en aquellas zonas de difícil acceso.
8. Integrar un directorio de organizaciones y colectivos culturales no pertenecientes al gobierno de tal forma que se pueda dar seguimiento de las actividades que realizan.
9. Separar las normas y la promoción de la cultura de las enseñanzas religiosas.
El deporte juega un papel primordial para el ser humano; lo mantiene en buen estado de salud, lo aleja de las adicciones y permite desarrollar sus potencialidades de manera integral. De ahí, la importancia de que las políticas públicas en esta materia favorezcan a todos los ciudadanos.
Las consecuencias de no contar con una adecuada política pública en materia de cultura física, impacta directamente en los presupuestos gubernamentales, ya que la carencia de actividad física en la población aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónico-degenerativas.
En la actualidad, la situación por la que atraviesan las políticas de cultura física en nuestro país es lamentable por varias razones:
No se cuenta con presupuesto suficiente para difundir y fomentar el deporte. En escuelas primarias se le dedica pocas clases y horas para la educación física con poca capacitación de los profesores.
No hay una política pública en materia de deporte que ataña exclusivamente a los jóvenes y tampoco hay un seguimiento adecuado de del los programas en todos sus niveles: alto rendimiento, escolar, ocio, etc.
No hay espacios públicos ni canchas ni deportivos suficientes y de carácter gratuito, y si estas existen, no cuentan con las instalaciones adecuadas por falta de mantenimiento y planeación.
También, lo cierto es que existe poca o a veces nula difusión del deporte en medios de comunicación que indiquen el impacto positivo del deporte en nuestra salud.
Por estas razones, la Liga de Jóvenes Socialdemócratas exige que:
Incluir mayor cantidad de presupuesto al plan nacional del deporte, estableciendo mejores programas en todas las disciplinas y fomentando la cultura de transparencia y rendición de cuentas para aprovechar mejor los recursos.
Realizar una auditoria al desempeño de la CONADE.
Incluir nuevos programas de educación física dirigidos a las nuevas generaciones, mismas que muestran un alto índice de obesidad.
Construir más espacios deportivos con un criterio descentralizador; que sean gratuitos y con un mantenimiento continuo, preventivo y correctivo de los servicios que prestan.
Fomentar la creación de ligas deportivas gratuitas, por delegación o colonia, que propicie la participación ciudadana.Espacios en los medios de comunicación para fomentar el deporte y la actividad física
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